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artículo propios de vivencias y conceptos sobre innovación de interés para empresas y emprendedores.

Características de un proyecto de innovación

Muchas veces nos preguntan qué características tienen que tener los proyectos de innovación para las empresas. No hay fórmulas mágicas, pero sí que hay una serie de aspectos que son clave para el éxito de este tipo de retos.

Estábamos hablando después de una reunión de trabajo cuando el bueno de Domingo se acercó y con su aire de no haber roto un plato y tras presentarse, nos soltó la pregunta del millón. “Sí, sí, todo esto está genial, pero, ¿qué se necesita para salir bien un proyecto de innovación?”.  La respuesta que parece trivial, de repente, tras contestarle unas primeras ideas, me dio que pensar y por eso ya te contesto utilizando este canal (así sé que lo recibirás…).

características proyectos innovación

Banco de imágenes de Creative Commons, autor teadrinker

Para tener un proyecto de innovación hemos visto una serie de elementos básicos que debemos considerar de salida antes de entender si un proyecto de innovación tiene éxito o no. Son los siguientes:

  • Al enfrentarnos a un proyecto de innovación ¿cuáles son los objetivos que queremos alcanzar? Si queremos optimizar un proceso interno, si queremos conseguir un nuevo producto o servicio, así como si queremos preparar un nuevo negocio, podemos considerar que es un proyecto de innovación. (OJO! La innovación tiene como objetivo mejorar los resultados de una empresa). Si lo que queremos es probar, si lo que queremos es aprender sin ningún otro objetivo, serán proyectos de investigación o de desarrollo, pero no serán proyectos que se definan como innovación.
  • Cuando queremos lanzar cualquier proyecto, ¿conocéis alguno que funcione si no tiene el soporte de la dirección? Yo hasta ahora, en mi trayectoria he visto proyectos que han salido porque ha habido soporte (de todo tipo) procedente de la dirección de la organización. Es así de fácil y así de duro. Por muchas ganas que hayamos tenido los intraemprendedores, nada se puede terminar de materializar si no hay un compromiso de la dirección. Si lo tenemos, puede ser que nuestro proyecto tenga éxito, pero si no lo tenemos, terminará cerrada en alguna carpeta en alguna mesa de la oficina.
  • Los proyectos de innovación tienen que tener el componente de ser realizados por personas que les guste su trabajo. El nivel de involucración que pide un reto de este tipo supone mucho esfuerzo de muchos aspectos (intelectuales, personales… incluso económicos…) para alguien que no esté enamorado de lo que hace. Cuando te enamoras de algo, no te importan los rechazos, los fallos, los problemas que te vas a encontrar (sí, los vas a encontrar en cualquier caso) difícilmente solucionable si no tiramos de nuestra propia ilusión y con una fuerte dosis de autoestima para no desfallecer a mitad del camino.
  • En función del proyecto al que nos enfrentemos, los innovadores deben conocer muy bien donde se van a batir el cobre. Para muestra, un botón. Picasso es un excelente ejemplo de pintor muy innovador. Cuando pintó “Las señoritas de Avignon” revolucionó el mundo de la pintura con su nueva expresión artística denominada Cubismo. Antes de poderse lanzar a este proceso, el pintor tuvo que conocer perfectamente las distintas técnicas existentes de pinturas para poder obtener una propuesta diferente. Por ese motivo, si no se conocen los detalles del sector o del entorno, va a ser muy difícil que el proyecto funcione.
  • Si el proyecto de innovación va a ser muy disruptivo con lo existente, hay aspectos como la imaginación que son fundamentales, pero independientemente de cómo sea la tipología del proyecto, se debe tener una gran empatía con aquellos a los que dirigimos nuestra idea. Si no conocemos al cliente o al usuario que lo va a tener de disfrutar, va a ser muy difícil encontrar aquellas palancas o motivaciones que van a ser las decisoras para darles aquel toque necesario para que nuestro proyecto sea un éxito.
  • Hay un aspecto que, aunque tiene esta mención especial, no considero esencial. Este elemento son los recursos. Muchas veces pensamos que los grandes proyectos innovadores requieren muchísimos recursos, pero la realidad nos dice otra cosa. Es el caso de la competencia de los hermanos Wright con el de Samuel Pierpont Langley. Ambos competían por lanzar el primer artefacto capaz de volar. Mientras que los hermanos emprendedores lo hicieron con 4.000 dólares propios, Langley tenía un gran equipo y 50.000 dólares que finalmente fracasó porque no pudo lanzar su artefacto con éxito y su proyecto terminó en el más absoluto fracaso.

 

En resumen, aspectos como conocer el destino a donde queremos llegar, así como marcarnos objetivos desde el principio (cuanto más humilde mejor) pueden darnos las principales señas de un proyecto exitoso de innovación. El resto de elementos, como son perseverancia, conocimiento, capacidad de asumir fallos, facilidad para resolver problemas complejos deben ser incorporados por el equipo asignado al proyecto, pero lo que nunca será un criterio para rendirse será la falta de recursos. Recordar aquel dicho de “El hambre agudiza el ingenio”.

 

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Santiago Cantalapiedra Alcoceba

Escrito por Santiago Cantalapiedra Alcoceba

Fundador Cocreanet. Mesetario errante de cepas viejas. Curioso por naturaleza. Aplico innovación en entornos empresariales y sociales, con especial foco en estrategia, tecnología y comercialización. Doy puntos de vista diferentes ante retos complejos.

5 Comentarios

  1. maria lourdes figueroa

    muy buen inicio gracias por la orientacion

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