Hoy nos queremos meter en un charco. Es un tema recurrente en entornos de gestión cuando se habla de economía real y su relación con la innovación. Aparecen nuevas tecnologías y disrupción, aparece cultura y mercados, competidores y proveedores, estrategia y táctica, inversores y financiación. Es decir, propuesta sistémicas para retos complejos.
Ayer recibí la noticia de un proyecto de esos que considero relevante, y fue porque consiguió una financiación de varios millones de euros. Me alegro un montón por ellos, ya que me pareció desde que los conocí a algunos fundadores como una propuesta diferente y que podría tener futuro por su forma de aplicar tecnologías exponenciales, en concreto, inteligencia artificial. Ante esta circunstancia, siempre me surge la relación entre innovación, disrupción y economía real.

Foto: banco de imágenes de Pixabay, Imagen de euro, parecer y dinero de Bru-no
Ante estas circunstancia nada sencilla, al hablar de empresas consolidadas, siempre me gusta identificar cómo buscar una estrategia de exploración y de explotación bien compensada nos permitirá pagar las facturas de hoy, además de poder pensar en pagar las facturas del mañana. Este concepto que hemos tratado alguna vez de convertirse en una empresa ambidiestra supone relacionar la innovación con la economía real, así como la estrategia de la organización. En pocas palabras, significa entender de cómo voy a conseguir el triple impacto hoy, para hacerlo mejor en el futuro.
Innovación disruptiva y los negocios reales.
Si se habla de innovación disruptiva, nos gusta pensar en que se va a generar un beneficio de 10X y no del 10% de X. En este punto, es donde aparecen los entornos más cambiantes y la complejidad y riesgo que suele aparecer en inversiones de este tipo. El motivo es sencillo: hay tal cantidad de posibilidades o de variables directas e indirectas que pueden hacer fracasar el proyecto, que es imposible tener todas en cuenta y, sobre todo, conocerlas con anterioridad a que sucedan. Es una apuesta arriesgada, pero ahí está su punto.
Es asumir un riesgo que, si funciona bien en el futuro, supondrá un aumento de valor muy considerable. Es el juego y la estrategia de los Venture Capital. Ahora bien, en muchos casos conocidos y en otros no tanto, ¿realmente tienen en cuenta la transformación de promesa a negocio real? Este punto es algo que muchas veces he percibido como un elemento nada sencillo de percibir.
Ideas para entender la transformación de promesa de negocio a economía real
Cuando se desarrollan propuestas de valor basadas en tecnologías disruptivas, se apuesta por su evolución y utilización masiva en el futuro, pero cada vez es más complicado conocer cuanto tiempo tardará en estar superada por un competidor. Hay tal velocidad de avance en casi todos los campos, que no existe ningún criterio cierto para predecir estos cambios. Salvo en temas de fármacos, por sus requisitos legales de validación, todos los mercados están abiertos a las mareas de nuevos descubrimientos.
Si entendemos la evolución tecnológica, tal y como lo hace la Singular University, entenderemos que la velocidad de mejora está incrementándose y ya no es lineal, sino que poco a poco, estamos en un aumento muy significativo de la pendiente de la curva y en breve estaremos en una proporción exponencial. La promesa de un futuro más tecnológico y eficiente está aquí, pero en nuestra opinión y percepción, el tiempo para que estas promesas de nuevas empresas funcionen en economía real es menor, por lo que cada vez el riesgo, como Venture capital, es mayor.
Como resumen de nuestra percepción, si el tiempo para el desarrollo de soluciones disruptivas se está reduciendo, cada vez más los negocios generados con ello deben estar más orientados a entrar en la economía real, porque sino, la ventana de oportunidad de convertirse en una empresa rentable o que genere un triple impacto, se está reduciendo.
Es nuestra percepción por los proyectos que conocemos basados en tecnologías muy disruptivas. Seguro que hay multitud de interpretaciones y datos que corroboren o no esta sensación.
Como bien decía el físico y matemático Leonard Mlodinow en su libro “El andar del Borracho”, La gente a menudo utiliza procesos intuitivos cuando hace valoraciones y elecciones en situaciones inciertas. Este es realmente nuestro caso, y por eso, la hace distinta a esta entrada.
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