Basándonos en lo que contablemente se denomina un activo, pueden y deben aparecer distintas propuestas de innovación en empresas consolidadas que empujen a la generación de nuevos procesos y servicios, rentabilizando de distintas formas cualquier aspecto que tenga un negocio ya consolidado.
Hablando con clientes de distintos mercados, con recorridos muy distintos, pero con una trayectoria de rentabilizar un modelo de negocio durante varios años, incluso, generaciones, siempre surgen algunos comentarios cuando se plantean definir estrategias de innovación.
“Todos los nuevos negocios suelen proceder de investigaciones y de tecnología, por lo que nosotros, como empresa sin estas capacidades, no podremos generar nuevas propuestas ni formas de productos o servicios que puedan ser relevante en estos mercados.” En resumen, este tipo de comentarios se realizan, por parte de los directivos, para en muchos casos evitar el salto a la incertidumbre que es generado por la innovación y, en otras muchos, por el desconocimiento e ideas que les transmiten los medios de comunicación o los distintos coloquios o puestas en común de muchos de los emprendedores actuales o algunos expertos de innovación.
Innovando desde activos intangibles, desde la propia experiencia
Si tomamos una definición sencilla del concepto de activo a nivel económico-financiero, un activo podría ser cualquier elemento, tanto tangible como intangible, que puede generar un beneficio y que tiene un valor por sí mismo. Por este motivo, aunque en los libros de contabilidad, en los balances o cuentas de resultados aparecen con sus posibles depreciaciones o amortizaciones, entender que la propia operación genera activos también es relevante para aprovechar todo lo generado por una empresa a lo largo de su recorrido.
Quizá, para echar una mano y que tomen ideas sobre dónde obtener propuestas aquellos directivos para aportar a su empresa, partiendo desde un conocimiento validado y con bastante recorrido a realizar, surge la idea de entender cuáles son las acciones que, por necesidades del propio negocio, nuestra organización es capaz de realizarlo de forma independiente. De esta forma, lo que ya hacemos de una forma interna, quién sabe si tiene sentido para otras organizaciones.
¿Y si también lo hacemos con los activos físicos desaprovechados?
Otro concepto que hasta ahora ha tenido poca difusión en este tipo de empresas con modelos de negocio consolidados es reutilizar activos físicos que ahora mismo ya estén en desuso o no con una capacidad de trabajo que genere un rendimiento adecuado. Muchas empresas con naves sin ocupar bien pueden pensar en optimizar su operación con otro tipo de lugares más acordes, o bien, utilizando algún tipo de planteamiento de reto complejo, pensar que puede ser reutilizado para generar nuevas formas de ocupación, generando algún tipo de beneficio a la organización.
Por el mismo motivo, hay un activo fundamental que, por conocer la dificultad de generarse a lo largo del tiempo conocemos de su valía, aprovechar un canal ya creado de distribuidores de confianza, capaces de seguir y comercializar nuevos productos o servicios procedentes de un agente con el cual ya conoce y ha trabajado durante mucho tiempo, puede ser un activo muy relevante para ir generando otros ingresos por incorporar nuevas propuestas a su portfolio. Esta idea de “arrendar un canal de comercialización” puede ser muy relevante para empresas que acaban de empezar, que lo necesiten y que su experiencia no sea capaz de aportar valor a estos intermediarios del proceso de ventas.
Todos estos aspectos son de nuevas propuestas, pero hay otras empresas que a partir de sus propios desperdicios están lanzados a optimizar reciclando, aportando una nueva vida o utilidad a sus productos de desecho. Oportunidades como todas las propuestas lanzadas desde la economía circular son otras de las ideas a explorar sobre cómo se puede innovar sin tener que pensar en recurrir a conocimiento ni experiencias de terceros.
Por lo tanto, como hemos visto, desde un punto de vista de aprovechamiento de los activos existentes, pueden aparecer propuestas innovadoras que generen nuevos ingresos o propuestas que aporten a las cuentas y los beneficios de empresas con modelos de negocio consolidados, o incluso, ya en declive por nuevas formas o experiencias de productos o servicios.
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