Innovar es una necesidad a la que se enfrentan todas las empresas. Contar con apoyo externo puede ser la clave para que funcione la estrategia.
Creemos firmemente que innovar es algo innato. Nuestra supervivencia como especie se apoya en la innovación. Pero cuando se trata de una empresa, existe una tendencia hacia el inmovilismo, aversión al riesgo, creencia de que si nos ha ido bien en el pasado sigamos haciendo lo mismo.
Innovar dentro de una empresa no es fácil. Por eso, contar con un apoyo externo puede ser de gran ayuda. Veamos cuáles son los principales beneficios de una consultoría externa para hacer la innovación corporativa.
Distancia implica objetividad.
Poder ver las cosas desde fuera es una gran ventaja. Nuestros clientes se asombran muchas veces de esa capacidad para identificar dónde están los principales problemas, los riesgos y las oportunidades. No es magia, es que siempre es más fácil ver “la paja en el ojo ajeno”.
El distanciamiento crítico, que llamamos nosotros, ofrece una dosis extra de objetividad que funciona muy bien en el nivel más estratégico de la empresa.
Incorporar conocimiento y expertise.
No cabe duda de que los clientes se benefician de la experiencia vivida con otros clientes a través de la intervención del asesoramiento externo.
No es solamente incorporar el conocimiento experto, que también, sino todo un bagaje de expertise que puede ser muy rico para la empresa. Además, experiencias que ya han sido probadas antes con un resultado, por tanto, conocido, pueden ahorrar mucho tiempo y esfuerzo.
Mejor comunicación interna.
Ya se sabe que nadie es profeta en su tierra. Para la Dirección de una empresa puede resultar de mucha utilidad trabajar la comunicación con el apoyo de un equipo externo.
Muchas veces, colaboradores y grupos de interés prestan más atención cuando la información viene de fuera. Hay una mayor predisposición y apertura de mente que facilita los cambios colaterales a la innovación.
Acceso a redes y ecosistemas de innovación.
En modelos de innovación abierta (intraemprendimiento corporativo), los asesores externos traen consigo normalmente una red de contactos que puede resultar muy útil.
A veces de manera formal, otras más informal, hay startups, foros de discusión y debate, herramientas, etc. que se mueven en torno a esos consultores externos formando un ecosistema.
Recursos optimizados y efectividad.
Eficiencia y eficacia en el proceso de innovación se traduce casi siempre en una mayor probabilidad de éxito. Saber lo que ha funcionado antes y lo que no, utilizar los medios más adecuados, son “atajos” con los que cuentan los asesores externos.
Las empresas que abordan su innovación con apoyo externo se benefician de “ahorros” (en tiempo, recursos, dinero…) y obtienen mejores resultados también en el nivel operativo.
Sea como sea, con apoyo externo o sin él, lo importante es entender que la innovación no se puede postponer eternamente, a riesgo de que la competencia tome la delantera y deje a la empresa fuera del mercado (reinterpretando a Schumpeter) en su teoría del empresario emprendedor
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Desde siempre aspiré a hacer de este un mundo mejor, más justo, más igualitario. Desde COCREANET, la empresa de la que soy socia y fundadora, aterrizo mi propósito en proyectos de innovación, empresarial, social y, ahora también, rural. Un compromiso con las personas y con la sociedad.
Ser una empresa innovadora lleva implícito en su ADN crear una Red de innovación y la mejor manera es contar con un apoyo externo
Por supuesto, Juan. No podemos pensar que podemos hacer todo nosotros solos. Siempre hay colaboradores o entidades que nos pueden ayudar y ese debe ser el criterio también para innovar. Gracias por tu aportación!!