Hoy vamos a hacer un ejercicio de analogía. Tal y como la naturaleza va evolucionando y tiene unas leyes denominadas naturaleza organizativa que se cumplen, las organizaciones y sus procesos de innovación aplican estas mismas normas que hacen cambios para adaptarse a un entorno cambiante.
Desde hace muchos años, quizás antes de que existan registros escritos, los seres humanos hemos intentado entender el entorno donde nos desenvolvemos. Las estaciones, el clima, los animales y plantas, por no hablar del estudio de los astros en el cielo han sido tema recurrente de estudio y de observación en diversas civilizaciones, épocas o culturas. Todo este entorno (nuestra propia naturaleza) es cambiante y a menudo entendible, aunque muy complejo de predecir si consideramos la multitud de elementos que afectan a su evolución y desarrollo. Con toda esta información, se han definido de forma genérica un grupo de principios que se denominan “Leyes de la naturaleza organizativa”, las cuales, nos permiten entender cómo los cambios y sus consecuencias se van a ir desarrollando.
Imagen Sierras, India y Naturaleza @ pixabay
Si asimilamos el entorno tan complejo y poco predecible donde se ubican las empresas, así como si entendemos que la propia evolución natural se puede asimilar a la fuerza generada por la innovación y los requerimientos del cliente, podríamos ver como estos principios se siguen cumpliendo fielmente.
Los principios de naturaleza organizativa como base de desarrollo
A continuación, vamos a identificar los principales principios de naturaleza organizativa, describiéndolos y viendo como se pueden asimilar a los cambios en las organizaciones:
Principio de adaptación
Este principio nos describe que los organismos de la naturaleza deben adaptarse a su entorno para sobrevivir. Nada más lejos de la realidad de cualquier tipo de organización. Si no se es capaz de dar respuesta adecuada al entorno (principalmente a clientes, pero también a proveedores), poco tiempo de vida tendrá nuestro negocio.
Principio de sostenibilidad
Cualquier organismo debe ser sostenible a largo plazo en el entorno que le rodea. Salvo que tengamos un patrón de crecimiento de los virus, nuestras organizaciones deben buscar un triple impacto en el entorno donde se desarrollan, generando un impacto positivo en su entorno y las personas con las que convive.
Principio de interconexión
Todos los organismos deben relacionarse con el entorno, obteniendo sus recursos necesarios de esta interconexión. Desde activos materiales como inmateriales, como suministrador o consumidor, por no hablar de procesos de colaboración, se debe relacionar con la mayor cantidad de entidades del entorno, ya que de la interconexión depende su supervivencia.
Principio de autoorganización
Las entidades suelen organizarse y ajustarse hasta conseguir un status quo de forma autónoma. En este punto es donde se nos ocurren que es la propia cultura y las personas las que van ajustando de forma formal o informal los procesos para dar respuestas a las necesidades del entorno (tanto internos como externos).
Principio de diversidad
Los ecosistemas son más sostenibles cuanta mayor diversidad convivan en ellos. En proyectos de innovación sabemos que las soluciones y propuestas serán más satisfactorias cuanta mayor diversidad de roles y conocimientos se relacionen. Juntemos aquellos que pensemos complementario o incluso opuesto, ya que de esta diversidad las propuestas serán más completas y con mayor probabilidad de resistencia.
Principio de ciclos naturales
Comprender que hay ciclos naturales es necesario para comprender que los resultados requieren unas condiciones cíclicas del entorno. Aquí ideas como la innovación y la teoría de destrucción creativa nos dan ideas de como se cumple la necesidad de distintos estadios para conseguir diferentes estados de equilibrio.
Principio de equilibrio
Esta idea se basa en la necesidad de equilibrio entre competencia y cooperación para conseguir balancear los ecosistemas. Este puede ser quizá el más controvertido, ya que las organizaciones que participan en su mercado, pero es cierto que es bueno mantener buenas relaciones con algunos competidores directos, ya que, si se eliminan o desaparecen muchos de ellos, suele suceder que las soluciones alternativas entienden que es un mercado anexo a explorar con otras propuestas y tecnologías que pueden disrumpir basándose en unas propiedades o criterios aportados por nuevas tecnologías punta.
Principio de resiliencia
Este principio nos asegura que los ecosistemas se recuperan de desafíos o perturbaciones externas con distinto nivel de impacto. Este principio, tras el COVID se puede asegurar en casi todos los mercados. Si es cierto que algunas empresas han tenido que desaparecer, tras este impacto, aquellas que han resistido se han convertido en más resilientes. De las crisis que nos afectan como empresa, si salimos adelante, validaremos nuestra capacidad de adaptación.
Tras enumerar los principios, nuestra pretensión no es ni más ni menos entender que nuestros mercados son similares a ecosistemas y el cambio producido para nuestra propia innovación o la de terceros nos permite seguir viviendo gracias a los procesos adaptativos.
Innovación para hacer sostenible la vida a las personas social, medioambiental y económicamente.
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Fundador Cocreanet. Mesetario errante de cepas viejas. Curioso por naturaleza. Aplico innovación en entornos empresariales y sociales, con especial foco en estrategia, tecnología y comercialización. Doy puntos de vista diferentes ante retos complejos.
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